Rutina

No se que pasa con Walter, ya hace dos días que no aparece por el café, la ultima vez que lo ví estaba hablando con Catalina, su ex mujer con la que tiene dos hijos (mariano y Florencia), creo que discutían, Walter estaba afirmado a la barra, parecía muy serio, con el puño apretado sobre el mostrador, como esforzándose por no levantar el tono de voz, pocas veces se lo vé de esa manera, siempre suele tener una sonrisa de oreja a oreja, característico de su carisma y las ganas que siempre le puso a la vida.
Ese día me pareció fuera de lo común desde el momento que me levante, las noticias hablaban de los mismos temas, naturalizando como siempre la realidad,escucharlas últimamente suele ser igual que charlar con Rosa, la dueña del mercadito en la esquina de casa que nunca me deja ir sin contarme por décima vez como le está llendo a su hija en la facultad, el trabajo del nieto, cuantas pulgas le encontraron al perro en la veterinaria, en fín.
Pero de todas formas algo no me sonaba del todo bien, era un día nublado, de esos que me gustan tipo 8 de la mañana cuando voy al cafe de los poetas, ahora que me lo pongo a analizar, un día como la mayoría, sólo que en esta ocasión, había algo raro en la rutina, esa sensación de que te va a pasar algo bueno, algo malo, de que algo está por pasar...